Se acabaron los tuits, Twitter ha muerto. Una de las principales redes sociales a nivel mundial ha hecho un rebranding para darle entrada a una nueva red social; su nombre, identidad visual y proyección a futuro han cambiado totalmente.

Ha llegado X y con este cambio dejan morir Twitter y todo lo que esta marca había logrado en sus 17 años de existencia, no más tweets, nos más Retweets, no más marca auditiva (el trino que varios noticieros repetían para hacer referencia a que se estaba citando un Tweet) y no más threads (los famosos hilos, aunque estos murieron por la competencia y esa historia la contaremos en otro momento).

En una Auditoria de Marca, estudio profundo de una marca para conocer su situación actual y determinar si requiere un cambio o dejarla como está, uno de los puntos que se investiga es el CEO y su visión dentro de la empresa ya que afecta considerablemente al branding y en este caso es el punto de partida para todo lo que le ha ocurrido a esta red social en los últimos meses.

Linda Yaccarino es la nueva CEO que comparte toda la visión de Elon Musk, quien quiere que la evolución de Twitter se convierta en una red social que pueda hacer “todo”, donde la libertad de expresión esté asegurada (incluso en número de caracteres a utilizar), donde se podrán llevar a cabo transacciones financieras, escuchar podcasts, comprar, ver videos, etc. Ese es el plan ambicioso que se convirtió en argumento para usar la X como nombre, aunque el motivo pueda ser otro.

Pero entremos en materia de diseño y analicemos la identidad visual antes de dar un veredicto de este rebranding.

Empecemos por lo que se ve, lo denotativo: la nueva identidad es una X simple con una de las astas doble, rompe la simpleza extrema con un trazo distinto, dejándolo minimalista, utiliza la X mayúscula de la tipografía Special Alphabets 4, parte de la Librería de fuentes de Monotype, en resumen, el “diseñador” seleccionó una tipografía, usó literalmente el glifo de la X en su versión en mayúsculas y listo, logotipo terminado; nada nuevo y cero proceso creativo en su diseño. Incluso hay algunos comentarios no confirmados de que el costo de la nueva identidad de X le costó a Elon Musk $29.99 dólares, el costo por adquirir la tipografía1.

Su paleta cromática es la más básica, blanco y negro; demasiado sencillo para ser considerado una identidad visual. Y no hay marca auditiva que reemplace al “trino”. Todo esto es siendo objetivos, sin involucrar los atributos conceptuales de comunicación. El saldo por todo lo mencionado anteriormente, es negativo.

Ahora vayamos a lo connotativo, lo que representa, lo subjetivo: pues equis, que en términos nacionales tiene una representación negativa, es lo más genérico, no tiene personalidad ni genera atracción ni rechazo, no tiene importancia, simplemente es equis. Es como poner hoy en día en los comentarios de otras redes sociales la ª.

Y eso no es todo, usar la X para sus unidades de negocio complicará el entendimiento general, X business puede leerse como un negocio que ya no es, o referirse a un negocio “piloto”. Incluso la lectura es complicada en su sitio, anexo muestra para su análisis.