Investigación en Çatal Hüyük

Hace 9.000 años las ciudades ya eran estresantes

Un estudio sobre la población del asentamiento neolítico de Çatal Hüyük, en Turquía, ha demostrado que sus habitantes sufrieron problemas de hacinamiento, enfermedades como caries e infecciones y episodios de violencia.

El antiguo asentamiento de Çatal Hüyük o Çatalhöyük

El antiguo asentamiento de Çatal Hüyük o Çatalhöyük

Vista panorámica de los restos de los muros neolíticos de ladrillos de adobe  del 7.500 a.C. al 5.700 a.C., en el sitio arqueológico de Çatalhöyük, Turquía.

Foto: AGE

Çatal Hüyük es un poblado neolítico ubicado en el sur de la actual Turquía. Excavado por primera vez en 1958, este importante yacimiento ocupa trece hectáreas con casi veintiún metros de depósitos que abarcan unos 1.150 años de ocupación humana continuada.

Aquí, el prestigioso bioantropólogo estadounidense Clark Spencer Larsen, de la Universidad Estatal de Ohio, realizó un estudio sobre su población basado en los datos proporcionados por más de 25 años de excavaciones en el yacimiento. Y los resultados fueron sorprendentes: las personas que lo habitaron hace 9.000 años sufrieron estrés, violencia, hacinamiento y enfermedades.

Hace unos diez mil años tuvo lugar una revolución que cambiaría el mundo para siempre: la invención de la agricultura. A partir de entonces, los grupos de cazadores recolectores abandonaron la vida nómada y empezaron a establecerse en comunidades organizadas en grandes asentamientos. Fue entonces cuando, según Larsen, "empezaron a experimentar lo que pasa cuando pones a mucha gente junta en un área pequeña por un tiempo largo".

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Problemas de suministros y de vivienda

Larsen y su equipo, cuyo estudio se publicó en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, han analizado con detalle los restos vegetales y animales del asentamiento, y han estudiado 725 restos humanos, datados entre 7100 y 5950 a.C.

A partir del análisis de los isótopos de los huesos, los investigadores han podido conocer los alimentos que consumían los antiguos pobladores de Çatal Hüyük, sobre todo trigo, cebada, centeno y algunas plantas salvajes. Las proteínas las obtenían sobre todo de ovejas y cabras. El tipo de alimentación resultado de la agricultura trajo consigo problemas de escasez y, por consiguiente, de salud. Además, el constante aumento de la población provocó un incremento del esfuerzo para poder alimentar a todo el mundo.

Este sistema tuvo otra consecuencia inesperada: la aparición de caries dentales, algo que apenas se ha hallado en el registro fósil anterior. Entre el diez y el trece por ciento de los habitantes de Çatal Hüyük presentaba los típicos orificios causados por esta enfermedad, resultado de una dieta rica en grano.

Los antiguos pobladores de Çatal Hüyük consumían trigo, cebada, centeno y plantas salvajes, y obtenían las proteínas sobre todo de ovejas y cabras

El hacinamiento de la población y la falta de higiene tuvo otras funestas consecuencias: los habitantes empezaron a sufrir más infecciones. Hasta un tercio de los huesos estudiados presentan señales de infección. Para poder acomodar a la creciente población, las casas en Çatal Hüyük se construían pegadas unas a otras, sin espacio entre ellas, y las personas salían y entraban por escaleras que iban hasta el tejado. Los corrales y pozos de desechos estaban muy cerca de las viviendas. Los muros de las casas se recubrían con arcilla, y los análisis han revelado materia fecal en ella, tanto animal como humana, lo que demuestra que las condiciones eran bastante insalubres.

El hacinamiento consecuencia del aumento de la población causó más enfermedades en los habitantes de Çatal Hüyük

Violencia creciente

El análisis de 93 cráneos del yacimiento ha evidenciado que unos 25 tenían facturas cicatrizadas; doce de ellos presentaban pruebas de haber sido atacados más de una vez, ya que tenían entre dos y cinco heridas producidas en momentos diferentes. Al parecer, estas heridas fueron hechas con objetos contundentes.

Curiosamente, la mayoría de las víctimas son mujeres y las investigaciones revelan que fueron atacadas normalmente por la espalda. Larsen opina que la presencia de estos actos violentos podría ser el resultado de las inevitables tensiones que provocó en el asentamiento el constante aumento de la población y los retos que presentaba la convivencia entre tantas personas.

Veinticinco de noventa y tres cráneos analizados presentaban fracturas cicatrizadas que demuestran ataques violentos

Larsen cree que todos estos factores permiten conocer mejor la evolución de las formas de vida humanas a lo largo de la historia. En sus palabras, "muchos de los desafíos que tenemos hoy en día son los mismos que tenían en Çatal Hüyük, sólo que aumentados".