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Principales relieves de Argentina
Argentina es un país enorme en el que se desarrollan diversos dominios, paisajes naturales, relieves y modelados. Desde las regiones tropicales del norte a los glaciares del sur encontramos las altas montañas de los Andes y las inmensas llanuras de la Pampa y la Patagonia.
El territorio argentino se asienta en cuatro grandes regiones geológicas: el macizo patagónico, que ocupa el sur del país; el sistema de los Andes, al oeste; el escudo Brasileño, al norte; y la llanura Chaco-Pampeana, en el centro, recubierta de sedimentos.
De manera general la topografía de Argentina se caracteriza por la presencia de montañas al oeste y de llanos al este, con una altitud que disminuye progresivamente de oeste a este.

Sistemas montañosos

En el extremo oeste se encuentra la cordillera de los Andes. Los Andes, en Argentina, se dividen en tres segmentos de norte a sur: norte, central (o Cuyano) y sur o patagónico. El paso de San Francisco separa el segmento norte del central. En el segmento Cuyano se encuentran las mayores altitudes del continente.

Las montañas más elevadas de Argentina son:

* Aconcagua (Mendoza) 6.959 m

* Tupungato (Mendoza) 6.800 m

El tramo patagónico de los Andes nace al sur del paso de Pino Hachado, en Neuquén. Es más bajo que el sector norte, pero tiene algunos volcanes, debido a su cercanía al contacto entre las placas sudamericana y de Nazca, como el volcán Lanín (3.776 m) en Neuquén.

Al este de la cadena principal se encuentran una serie de cordilleras o sierras que, con distintos orígenes, forman parte del sistema andino. Las primeras son las que corren paralelas a la cordillera principal:

* sierra de la Punilla, en la provincia de San Juan;

* sierra de Uspallata, en la provincia de Mendoza;

* Cordón del Plata, en la provincia de Mendoza;

* Cordillera del Viento, en el norte de la provincia de Neuquén.

Las sierras subandinas del norte presentan una estructura escalonada desde las estribaciones de los Andes hacia el este. Aquí se encuentran el Nevado de Cachi (6.380 msnm), el Nevado de Chañi (6.200 msnm), el Nevado de Palermo (6.172 msnm) y el Nevado Queva (6.130 msnm), en las provincias de Salta y Jujuy. Las sierras subandinas del sur y el este son paralelas a la cordillera principal. Están separadas unas de otras por llanuras. Son:

* la sierra del Aconquija, en las provincias de Tucumán y Catamarca,

* la sierra de Famatina, en la provincia de La Rioja,

* la sierra de Velasco, en la provincia de La Rioja

* las sierras de Córdoba, en la provincia de Córdoba,

* las sierras de San Luis, en la provincia de San Luis,

 * la sierra del Nevado, en la provincia de Mendoza.

Las montañas más imponentes ocupan el oeste del territorio nacional, forman parte de la cordillera de los Andes, y sus majestuosas cumbres (algunas cubiertas de nieve) ofrecen un paisaje de singular colorido y belleza. La precordillera, las sierras subandinas y las sierras pampeanas, situadas hacia el este, integran el resto del relieve montañoso más importante del país.

Las montañas de mayor altura de la Argentina se formaron con el plega­miento andino (terciario), que es el movimiento orogénico más reciente en la historia de la formación de la Tierra. Se conocen con el nombre de cordi­llera andina e incluyen, de norte a sur, la Puna —desde la frontera noroeste del país hasta los 27 grados de latitud sur (Catamarca)—; los Andes centrales —desde donde termina la Puna hasta el lago Aluminé (Neuquén)—; y los Andes patagónico-fueguinos —desde el lago Aluminé hacia el sur, in­cluida Tierra del Fuego.

La Puna se encuentra limitada al este por las montañas de la cordillera oriental. Hacia el oeste, sobre el límite internacional, se encuentran los volcanes Llullaillaco (6.739 metros) y Socompa (6.031 metros).

La cordillera central —también denominada Andes áridos por estar des­provistos de vegetación— presenta las características de un relieve joven: gran altura (superior a los 5.000 metros), cumbres en forma de aguja y lade­ras con pendientes agudas. Está formada por dos cordones: la cordillera prin­cipal, donde se destaca el cerro Tupungato (6.800 metros) y los volcanes Maipo y San José; y la cordillera frontal, en la que se encuentran el cerro Mercedario (6.769 metros) y el Aconcagua (6.959 metros), montaña más alta del continente, donde se unen las cordilleras frontal y principal.

Los Andes patagónico-fueguínos son más bajos que los centrales y su relie­ve muestra la intensa acción de los glaciares y de la erosión fluvial.

El plegamiento andino también influyó sobre la franja terrestre que se encuentra al este de la cordillera, denominada precordillera de La Rioja, San Juan, Mendoza; allí elevó montañas de menor altura compuestas por sedi­mentos antiguos. Un extenso valle desde Uspallata hasta La Rioja separa la precordillera de la cordillera frontal. Es la zona más árida del país (escasas precipitaciones).

Las sierras subandinas constituyen otro sistema orográfico influenciado por el plegamiento andino. Sus sierras bajas se encuentran interpuestas en­tre la llanura chaqueña y la cordillera Oriental, siendo su cumbre más ele­vada el cerro Crestón (provincia de Salta) que alcanza 3.300 metros.

Las sierras pampeanas forman parte del relieve montañoso de las provin­cias de Catamarca, Tucumán, Salta, La Rioja, San Juan, San Luis, Córdoba y Santiago del Estero. Se encuentran sobre el macizo de Brasilia, se forma­ron por plegamientos antiguos (paleozoico), luego fueron erosionadas y volvieron a ascender con el plegamiento andino, llegando a superar los seis mil metros en La Rioja (sierras de Famatina).

Mesetas

La meseta patagónica es una conjunto de altiplanos y llanuras elevadas entre los Andes del sur y el océano Atlántico. Es un territorio árido y salpicado por una serie de sierras escarpadas, que en la costa se resuelve en altos acantilados. Aquí se encuentra la depresión más profunda de toda América: La laguna del Carbón, a 105 metros bajo el nivel del mar.

La Mesopotamia comprende las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Se encuentra delimitada por los ríos Paraná, Uruguay, Iguazú, San Antonio y Pepirí Guazú. Se asienta sobre el macizo Brasileño, y esta recubierta por un espeso manto de sedimentos de origen volcánico en el norte, y marinos y continentales en el centro y sur. El relieve se presenta como sierras bajas en la provincia de Misiones: sierra de Misiones o del Imán; y suaves lomas hacia el sur y el oeste.

Al sur del río Colorado, entre la cordillera andina y el océano Atlántico se encuentra la meseta patagónica. Dio su nombre al macizo patagónico, de origen pre-cámbrico, sobre el cual se asienta.

Esta zona estuvo sometida a repetidos movimien­tos de ascenso y descenso que dieron a la región el as­pecto de una gran escalera que desciende desde el oeste hacia el Atlántico. Otra particularidad del pai­saje es la presencia de huellas de fenómenos ocurridos en tiempos remotos, como las dejadas en las mesetas por la fuerte erosión (desgaste) provocada por anti­guos cursos de agua, y como los restos debosques petrificados (provincia de Santa Cruz y de Chubut) y de dinosaurios que existieron antes de que se alzara la cordillera de los Andes. El paisaje escalonado que predomina en esta zona se ve interrumpido por las sierras Patagónides (formadas en la era secundaria o mesozoica), donde se encuentra el yacimiento de hierro de Sierra Grande (provincia de Río Negro).

El macizo patagónico no aflora en la superficie, en pocos lugares, pues está cubierto por sedi­mentos terrestres y marinos que se fueron depositando en los sucesivos períodos geológicos. Estos sedimentoscontienen gran cantidad de material orgánico de considerable valor económico: los yacimientos carboníferos de Río Turbio (provincia de Santa Cruz) y los ya­cimientos de gas y petróleo en la cuenca del golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz), en la cuenca neuquina Plaza Huincul, al sur, y Catriel, al norte) y en la •enea austral (sur de Santa Cruz y norte de Tierra

La meseta misionera es el resultado de la fractura y ascenso de uno de los bloques del macizo de Brasilia durante el terciario. Por la fuerte erosión que realizaron en los últimos tiempos los ríos que desembocan en el Paraná y el Uruguay, se formaron profundos valles que dieron a la meseta un aspecto ondulado.

La Puna es una altiplanicie ubicada a más de 3.000 metros de altura, asentada sobre rocas precámbricas. Su gran altura se debe a que la planicie fue afectada por el plegamiento andino, y por la fuerte erosión sufrida su re­lieve no presenta pendientes abruptas.

Llanuras

La gran llanura Chaco-Pampeana es lo más característico de Argentina. Está formada por enormes llanuras un poco onduladas, con algunas sierras aisladas en el sur de la Pampa. El Chaco se encuentra al norte del ríos Salado y la Pampa al sur de éste. El conjunto tiene una suave pendiente con dirección noroeste-sudeste. Los ríos son sinuosos, lentos y forman esteros y pantanos donde la pendiente casi es nula. La planitud sólo se rompe en algunos sistemas de sierras: el sistema de Tandilia (sierra de La Juanita), el sistema de Ventania (cerro Tres Picos) en Buenos Aires, la sierra de Lihuel Calel y la sierra de Choique Mahuida (cerro Ojo de Agua) en La Pampa.

La Tierra del Fuego es una meseta baja, con amplias ondulaciones y grandes praderas al norte y al sur, como las colinas de las sierras de Carmen Silva. Tiene un importante relieve glaciar, y la costa, con frecuencia, se resuelve en fiordos.

La llanura chaco-pampeana abarca prácticamente to­da la zona oriental del país, desde el límite con Bolivia y Paraguay hasta el río Colorado. La llanura es el resultado de una larga historia geológica, es decir, se fue conformando en el transcurso de las diferentes eras geológicas. El basamento (asiento) de la llanura es muy antiguo, ya que está constituido por rocas de origen precámbrico. La parte superficial de la llanura es la más reciente, pues se formó a partir de la sedimentación que tuvo lugar durante el cuaternario en la depresión perteneciente al macizo de Brasilia (precámbrico). Este macizo, que constituye el basamento de la llanura, ha sufrido a través del tiempo importantes fracturas originadas por fuerzas internas. Como consecuencia descendieron algunos bloques (en las provincias del Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe y Buenos Aires) y subieron otros (en las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos). Las fallas de estos bloques fueron, en muchos casos, ocupadas por ríos, como por ejemplo, el Paraná.

Las rocas pertenecientes al macizo de Brasilia se encuentran a diferen­tes profundidades: en la ciudad de Buenos Aires están a trescientos metros; en Santiago del Estero, a dos mil metros, y en el sur de la provincia de Bue­nos Aires, aproximadamente a cinco mil metros. Esta enorme depresión de dimensión continental sufrió un importante proceso de acumulación de se­dimentos por diferentes agentes: el mar, el viento y los cursos de agua, que han ido rellenando la zona hundida y recubriendo los bloques fracturados.

La gruesa capa de sedimentos, junto con el clima generalmente húmedo, permitieron, aun con marcadas diferencias, la formación de suelos ricos en materia orgánica y minerales que favorecieron el asentamiento humano y el desarrollo de distintas actividades económicas, especialmente las agrícola-ganaderas.

La llanura se encuentra interrumpida por las sierras de Tandil y de Ventana (sur de la provincia de Buenos Aires) y las de Mahuidas (provincia de La Pampa). Las sierras de Tandil (de hasta 500 metros de altura) están for­madas por rocas de la era precámbrica que posteriormente fueron erosiona­das y cubiertas en algunos sectores por sedimentos más jóvenes. De las sie­rras se extraen rocas que se utilizan para la construcción (cuarcitas, calizas y calcitas). Al pie de este sistema existe una zona de suelos negros de gran fertilidad donde se practica la agricultura. Al sudoeste de las sierras de Tandil se encuentran las de Ventana. Su altura máxima de 1.200 metros atesti­gua un origen posterior, pues se formaron en la era primaria o paleozoica. Es un importante centro turístico.

Las sierras de Mahuidas (500 metros de altura máxima) bordean la llanu­ra pampeana por el sur, acompañando la margen norte del río Colorado hasta su confluencia con el río Curacó. Se encuentran en el sector menos húmedo de la Pampa, por lo que la actividad agrícola-ganadera es poco importante.