Relatos de Guerra 2023

La guerra llega a su fin

El 14 de junio de 1982 el Gobernador de las Islas Malvinas, General de Brigada Benjamín Menéndez, se rindió ante las fuerzas británicas, hecho con el que se puso fin a la Guerra del Atlántico Sur. Si bien la capitulación representó una derrota para el país, la resistencia y el valor de nuestras tropas fueron reconocidos hasta por los comandantes británicos.


miércoles 14, junio 2023

El 14 de junio, luego de 74 días de haber combatido con coraje y honor por mar, tierra y aire, se produjo la capitulación argentina. La derrota en las armas era inminente, pero en los corazones de nuestros héroes seguía ondeando la bandera argentina, como todavía lo hacía en Malvinas.

La Infantería de Marina peleó hasta el final, en aquellos combates con nombres inolvidables: Monte Longdon, Monte Tumbledown, Sapper Hill y Pony’s Pass. En esa mañana de junio se produjeron las últimas bajas.

A partir del mediodía, dada la orden de deponer las armas, los Infantes de Marina pasaron a condición de prisioneros de guerra de las tropas británicas, siendo concentrados en el aeropuerto durante cuatro días, hasta que fueron embarcados en el transporte polar ARA “Bahía Paraíso” y en el rompehielos ARA “Almirante Irízar”, buques configurados como hospital reconocidos por la Cruz Roja Internacional, para luego ser trasladados al continente.

Después de aquellos 74 días, después de los 649 caídos en combate y las heridas incurables de la batalla, todos los combatientes fueron condecorados por el Congreso de la Nación por haber defendido a la Patria. Algunos recibieron más de una distinción, esta vez otorgada por la Nación Argentina: al valor en combate, al muerto y al herido en combate. También otorgaron medallas cada Fuerza y las Legislaturas de cada provincia.

Pero hubo sólo 20 guerreros argentinos que fueron reconocidos por la República con la más alta condecoración: “Cruz la Nación Argentina al Heroico Valor en Combate”. Esta condecoración fue promovida por la Ley N° 22.607 del 15 de junio de 1982, un día después de finalizada la guerra. Luego la normativa sería reemplazada por otras hasta la Ley N° 24.229. Ninguna de esas modificaciones cambió el reconocimiento de esos hombres.

El texto establece que “será concedida al personal militar, de las Fuerzas de Seguridad, Fuerzas Policiales, civiles, argentinos o extranjeros, que en combate motivado por acontecimientos extraordinarios revistan carácter de función de guerra, realicen aislados o en el ejercicio del mando, una acción ponderable que se destaque considerablemente de las pautas de conducta normalmente consideradas correctas”.

De los veinte condecorados de las Fuerzas Armadas que recibieron esta particular distinción, seis son de la Armada Argentina: cinco de sus filas orgánicas regulares y un conscripto que estaba destinado en el Batallón de Infantería de Marina Nº 5 (BIM5). Estas son sus hazañas de guerra:

Capitán de Fragata IM (post mortem) Pedro Edgardo Giachino, de la Agrupación Comandos Anfibios

“Condecorado por su valentía, heroísmo y liderazgo demostrados durante la Operación Rosario, mediante la cual se recuperaron las Islas Malvinas. En dicha ocasión, el Capitán Giachino lideró sin abrir fuego ante las tropas británicas el asalto a la casa del gobernador, donde al entrar por la fuerza fue recibido por intenso fuego de fusiles de Royal Marines, cayendo gravemente herido. Murió en el hospital de la localidad de Puerto Argentino el mismo 2 de abril de 1982, convirtiéndose en el primer caído de la guerra”.

Teniente de Navío Owen Guillermo Crippa, piloto de aeronaves Aermacchi MB-339, de la Primera Escuadrilla Aeronaval de Ataque

“Condecorado por su heroísmo y arrojo demostrado en el primer ataque aéreo al desembarco británico en Puerto San Carlos, donde en solitario y con una aeronave liviana realizó un ataque al centro de la flota británica allí basada, conformada por catorce navíos fuertemente defendidos por artillería antiaérea y misiles. Enfrentándose a todo el dispositivo abrumadoramente superior, el Teniente Crippa atacó exitosamente con cohetes no guiados a la fragata británica HMS “Argonaut”, dejándola fuera de servicio, para luego regresar mediante maniobras evasivas y un denso fuego antiaéreo del enemigo a su base operativa en Puerto Argentino”.

Teniente de Corbeta IM Héctor Omar Miño, de la Compañía de Ingenieros Anfibios

“Condecorado por ejecutar voluntariosamente delante de la posición misiones de alto nivel de riesgo y, cumplidas sus tareas específicas como ingeniero de combate, armarse como infante y rechazar a un enemigo numéricamente superior mediante cinco contrachoques conducidos personalmente, resultando herido al intentar proteger a un camarada cuya vida corría inminente peligro. Luego de reorganizar a su personal y dejarlo en posiciones seguras, se replegó 6 kilómetros por sus propios medios, con un proyectil alojado en una pierna, para luego negarse a ser atendido hasta que lo hubieran sido los subordinados heridos que lo acompañaban”.

Teniente de Corbeta IM Carlos Daniel Vázquez, del Batallón de Infantería de Marina Nº 5, Compañía Nacar, 4ª Sección

“Condecorado por conducir su Sección de Tiradores con vigor y acierto en la defensa del Monte Tumbledown contra el ataque de toda una unidad británica, recurriendo al fuego de la propia artillería y morteros sobre su posición, a fin de producir bajas al adversario sin reparar en su propia seguridad, y recién resignar su posición después de resistir por tercera vez ataque enemigo, luego de haber agotado su munición y estar su sección prácticamente aniquilada”.

Suboficial Primero IM (post mortem) Julio Saturnino Castillo, del Batallón de Infantería de Marina Nº 5, Compañía Nacar, 4ª Sección

“Condecorado por desempeñarse como Jefe de Grupo de la 4ª Sección de Tiradores, tener reiteradas actitudes de entrega al servicio y valor personal, lealtad y devoción hacia sus subalternos y superiores, antes y durante el combate final, combatiendo con fiereza y dando permanente ejemplo de valor personal. Supo conducir a sus hombres hasta caer abatido por el fuego adversario cuando trataba de salvar a un subordinado que estaba siendo muerto a bayonetazos por el enemigo”. Un buque de la Armada Argentina recibió su nombre en su honor.

Conscripto Clase 1962 Félix Ernesto Aguirre, del Batallón de Infantería de Marina Nº 5, Compañía Nacar, 4ª Sección

“Formando parte de la 4ª Sección de Tiradores de la Compañía Nacar del BIM5, combate a distancia cuerpo a cuerpo, soportando una abrumadora superioridad del enemigo y el fuego de la propia artillería sobre su posición, resistiendo dos asaltos británicos. Es herido inicialmente en las piernas y, pese a ello, intenta auxiliar al Subteniente Silva herido mortalmente cerca suyo hasta que, finalmente, es nuevamente herido y muere en su posición de combate. Su conducta constituye un claro ejemplo de soldado y camarada”.

Las historias de estos seis guerreros de la Nación no componen hechos aislados, sino que se enmarcan en un sinnúmero de acciones colmadas de valor, entrega y sentido de propósito llevadas a cabo por integrantes de la Armada en el mar o sobrevolando el cielo malvinense, junto a los miles de combatientes de los distintos batallones y fuerzas especiales.

Son muchas y valiosas, cargadas de coraje y amor por la Patria, las páginas gloriosas que dejó a la Armada Argentina el accionar de sus hombres durante la Guerra de Malvinas, junto a integrantes del Ejército Argentino y la Fuerza Aérea Argentina. También algunos aprendizajes que luego trazaron los lineamientos para nuevas doctrinas y adiestramientos.

Por ello la Armada Argentina agradece, en las historias de estos seis héroes sobresalientes, a todos los Veteranos de Guerra que formaron parte de aquella gesta. Son héroes de la Patria y tendrán por siempre un cálido y privilegiado lugar en nuestra Fuerza.

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