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García Gonzales
Hace pocas semanas Comencé a leer Los ríos profundos (publicada en 1958)
de José María Arguedas (Andahuaylas, 1911 - Lima, 1969) sin muchas
expectativas. La historia es relatada en primera persona por su protagonista,
un muchacho de catorce años, llamado Ernesto. Él es un marginado. Su raza
mestiza es la causa de que no sea aceptado ni entre los blancos ni entre los
indios.
Otro personaje que llamó mi atención fue un indio, sirviente del Viejo, por
la pérdida de dignidad que hay dentro de él:
«—Tayta —le dije en quechua al indio—. ¿Tú eres cuzqueño?
—Manan —contestó—. De la hacienda.
Tenía un poncho raído, muy corto. Se inclinó y pidió licencia para irse. Se
inclinó como un gusano que pidiera ser aplastado».
Los indios son esclavos de la tierra que les pertenece. Viven arrinconados,
escondidos y rebajados por los hacendados.
La opa Marcelina es una mujer joven y loca que vive en el colegio. Los
alumnos mayores suelen vejarla, lo ven como si fuera lo más normal del mundo.
¿A qué grado está tan incrustada la violencia dentro de ellos que no la reconocen
cuando la tienen al frente? Nadie hace nada, nadie se queja. Y si lo hicieran,
tampoco nadie les haría caso. La indiferencia se adueña de todo, como si fuera
suyo, nos vuelve cobardes y sumisos.
Esa misma hipocresía es concurrente entre todos los habitantes del
internado. Por eso, Ernesto se siente confundido y solo, y muchas veces quiere
fugarse. No obstante, encuentra consuelo en la naturaleza y en los recuerdos.
¿Cómo un solo objeto puede transmitir tanto? Para mí, lo material no puede
hacernos felices. Por otro lado, el zumbayllu consigue alegrar a Ernesto. No
porque sea bello, sino por lo que simboliza. El trompo despierta a la naturaleza
con su canto, y Ernesto siente esperanza y fortaleza.
A veces pienso que todo en la sierra es más especial, más mágico. Cuando
cantan y danzan, cuando tocan música lo hacen con verdadera emoción. Y eso
contagia.
El ejército llega a Abancay a poner orden. ¿Qué es poner orden para ellos?
Es detener cuanto antes el desarrollo del pensamiento. Los soldados son
restringentes. Impiden que los indios se defiendan y luchen por igualdad. En
cambio, los colman de miedo.