Revista de Historia de la Psicologia
2001, Vol 22, n° 3-4, pp. 271-273
LA TERAPIA DE LA VOLUNTAD DE OTTO RANK,
UNA RUPTURA CON EL MODELO FREUDIANO
FRANCISCO BALBUENA RIVERA’
Universidad de Huelva
RESUMEN
En este trabajo reflexionamos acerca de las propuestas de Rank en torno al desarrollo
humano y el proceso terapéutico, las cuales giran alrededor de la voluntad, con lo que se
alejé de la matriz freudiana y se acercd ai modelo humanistico-fenomenologico, suponiendo
también un esfuerzo pionero por la abreviacién de 1a cura
Palabras clave: Rank, psicoandlisis, terapia de la voluntad.
ABSTRACT
In this paper we reflect about rankian formulations on childhood development and its
significance to the therapeutic process, which are focused on the will. It marked his separation
from freudian matrix and brought him close to the humanistic-phenomenological model, His
work could be understood as a pioneer effort in the shortening of the cure process
*Key words: Rank, psychoanalysis, will therapy.
INTRODUCCION
La propuesta central de Otto Rank (1884-1939)otorgé un papel clave a la voluntad, con
lo que soslayaba la participacién exclusiva del inconsciente en el gobierno de la conducta.
La voluntad fue definida como una organizacién positiva y orientadora que, a la vez integra
y usa al si-mismo de forma creativa, controlando e inhibiendo las pulsiones instintivas (Rank,
1936a, 158). En todo caso, Rank fue impreciso cuando se valié de tal concepto, lo que
ocasioné cierta confusién, pues mientras por un lado la concibié como un impulso af servicio
del yo, por otro la juzgé como un impulso del yo (Yalom, 1980).
Los conceptos nucleares rankianos fueron establecidos en el ensayo Técnica del psicoa-
nélisis, cuya primera edicién, compuesta por tres vollmenes, tenia como titulos respectivos
La situaci6n analitica ilustrada desde la técnica de la interpretacion de los suefios (Rank, 1926),
La reaccién analitica en sus aspectos constructivos (Rank, 1929) y EI psicoandilisis (Rank,
1931), obra que vio parcialmente la luz en lengua inglesa en 1936 con el titulo de Terapia de
Ja voluntad, en cuyo prefacio se justifica la omisién del primer volumen dada la fidelidad del
mismo al marco tedrico freudiano, lo que no sucede en los dos restantes (Taft, 1935)
* Deseo expresar mi agradecimiento al prof. Antonio Sénchez-Barranco por la ayuda prestada en
la elaboracién de este trabajo,272 F. Balbuena
IMPLICACIONES DEL MODELO RANKIANO PARA EL PROCESO TERAPEUTICO
La terapia, desde la concepcién rankiana, constituye un encuentro humano tecnificado
donde dos voluntades pugnan por imponerse una a la otra. Esto, que acontece en Ia fase
inicial del proceso terapeutico, deberd ser paulatinamente modificado, para que asi el paciente
desarrolle una voluntad positiva, logro previo a la instauracion de ja voluntad creativa, ge-
nuina meta de la intervencion. En ello, la porcién consciente del analizado adquiere un gran
protagonismo, al dar primacia a la voluntad sobre los determinantes inconscientes de la
conducta. En tal marco, la intervencién rankiana también supone concebir la relacin
transferencial de forma distinta a la técnica convencional clasica, al focalizar el trabajo te-
rapéutico en las conflictivas presentes del sujeto y no en el pasado infantil.
El rechazo de Rank del inconsciente lo llevé a afirmar que conforma una entidad seme-
jante a Dios y que exime al sujeto de sus responsabilidades y decisiones.
En cuanto al terapeuta, dice Rank (1936a), debe actuar con la mayor neutralidad posible,
esto es, como un yo auxiliar de! sujeto, al proyectar éste sobre é| amor y fuerza, genuinos
representantes psiquicos de los progenitores, resultando crucial tal labor para poner orden
en el caos interno del paciente. En tal linea, pata solventar los conflictos intrapsiquicos,
el sujeto deberd renunciar a todos los modelos parentales, io que le exigira separarse
emocionalmente del pasado, dando asi paso al renacer de una nueva identidad ego-
sinténica, caracterizada por la adopcién de un papel activo frente a su destino, abando-
nando asi el pasivo rol infantil del pasado. Todo ello se reflejara en la dindmica interna
del proceso terapéutico, donde ta creciente conducta participativa del paciente no habra
de percibirse como una resistencia de éste (Rank, 1936b), sino como una mayor acep-
tacién de su self, tarea donde el insight cognitivo resultara insuficiente, debiendo forzosa-
mente acompafiarse de las oportunas vivencias emocionales. Este trabajo requerira juzgar
de forma distinta al yo, instancia psiquica cuyos ingredientes conscientes el terapeuta
habra de trabajar y fortalecer, lo que incidiré en el cambio progresivo de la dindmica
intrapsiquica de! paciente
Desde esta éptica, el paciente sera considerado un individuo sufriente y no un sujeto a
merced de sus pulsiones, de ahi, por ejemplo, que Rank opte por la expresin temor a la
muerte en lugar de pulsién de muerte, cuya génesis situa en el acto del nacimiento, primigenia
vivencia que aboca en el proceso de individuacién, que desencadena un profundo temor a
la vida, frente a\ que el sujeto respondera aline&ndose bien al lado del Taénatos, que conduce
a la disolucion del ego, bien del Eros, que lleva a la reintegracién de la totalidad perdida
Pues bien, una parcela que ilustra el profundo sentimiento de incompletud y desesperanza
que arrastra el neurético esta en la interaccién clinica, donde experienciara el doloroso
conflicto de Ia individuacion en la ruptura del vinculo que establezca con su analista (Rank,
1936a). EI neurético, haciendo uso de la identificacién, buscara en el analista sus impuisos
de vida, su Valuntad creativa, debiendo éste asumir el desprecio puntual que siente hacia
su analizado, procurando ‘econciliar al paciente con su yo escindido. Lo paraddjico en tal
labor es la marcada resistencia que expresa el neurotico, lo que explica dado su profundo
temor al cambio, ya que esto no sdlo lo coloca al lado de la vida, sino también mas cerca
de la muerte, lo que le aterroriza (Rank, 1936a).
Paulatinamente, el analista tiene que ir dejando de ser un yo auxiliar del individuo,
colocando a éste en contacto con la realidad, de la que el neurdtico no se sirve, al erigirse
en creador de un entome vital distinto. Tal forzado encuentro con la realidad exigird la
aceptacién del sujeto con sus limitaciones y su inestabilidad emocional, ardua tarea donde
deberé sopesar cuidadosamente los deseos personales con las demandas sociales.
De la veracidad de tal proceder terapéutico dio testimonio Mary Piowden, ex-paciente de
Rank, que, en una entrevista realizada en 1979, le confesaba a Lieberman la gran energla
que Rank itradiaba, a quien le habia oido proferir que é/ no curaba la neurosis, sino queLa terapia de !a voluntad de Otto Rank, una ruptura con el modelo freudiano 273
se servia de ella, tomando el proceso terapéutico en un viaje excitante para ambos parti-
cipantes (Lieberman, 1980-1981).
ASPECTOS EVOLUTIVOS EN LA APORTACION RANKIANA
Los aspectos evolutives implicados en el concepto de voluntad fueron abordados por
Rank en 1932, cuando vio la luz su ensayo Educacion moderna, de cuyo capitulo tres, publicado
en 1968 en la Revista de Ja Asociacién O. Rank (JORA), nos servimos para ilustrar sus
ideas nucleares. Advierte aqui sobre la profunda brecha que separa la educacién parental
de la que el nifo recibe en la escuela, juzgando ambas prototipos de la pugna que enfrenta
la voluntad negativa, representada mediante la enculturacién, de la que tiene lugar en el
entorno educativo, donde a su vez el infante padece un conflicto similar, al oponerse los
dictados del docente al aprendizaje con otros (socializacién).
En otro piano, sefiala el craso error de Freud y Adler al concebir la voluntad como un
impulso vinculado a la sexualidad 0 a la tendencia compensatoria de los sujetos al sen-
timiento de inferioridad. Y es que Rank juzga la voluntad como un impulso positivo colocado
al servicio del yo, dado el gobierno que ejerce sobre las pulsiones del sujeto, al contrario
que la emocion, @ ta que concibe como un impulso negative que bloquea al individuo.
Esta Ultima idea, sin embargo, no encaja con ei papel que Rank (1968) confiere a las
emociones, a las que divide en aquellas que unifican la vida afectiva del sujeto (v. g., ta
sumisién y la culpa) de aquellas que la trastocan (v. g., ira y orgullo), lo que parece cues-
tionar el caractet negative de las mismas.
Acerca del curso que seguiran tales emociones, alude a !a voluntad negativa que el nifo
desplegara en los primeros afios, dadas las restricciones parentales a las que se ve
sometido, sefialando que se le debe ayudar a forjar una voluntad positiva (desear lo que
uno debe) y a adquirir una voluntad creativa (obtener lo que uno desea).
CONCLUSIONES
Para Rank la voluntad es estimada como el genuino motor del desarrollo humano y del
proceso terapéutico, subrayando que no debe ser domefada, sino encauzada de manera
adecuada, tarea importante de padres, educadores y terapeutas, lo que evitara que el sujeto
desarrolle 0 se instale en un caracter neurético 0 antisocial, cuyos rasgos respectivos son
la culpa y la supresién de la voluntad, para lo que propuso diversas medidas técnicas que
abocaban en una notabilisima abreviacién de la cura, teniendo muy en cuenta factores del
yo consciente.
La voluntad se situaba en la esfera del dominio consciente de! yo, espacio donde pro-
picia el trabajo terapéutico y educacional, lo que lo alejaba radicalmente de la matriz freudiana.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
LIEBERMAN, J. E. (1980-81). Discovering Will Therapy. Journal of the Otto Rank
Association, vol. 15, n° 2, 1-14.
RANK, O. (1936a). Will Therapy. New York: Alfred A. Knopf.
+ (1936b). Truth and Reality. New York: W. W. Norton & Company, Inc, 1978
= (1968). The Training of the Will and Emotional Development. Journal of the Otto Rank
Association, vol. 3, n° 2, 51-74.
TAFT, J. (1935). Translator's Preface. En O. Rank, Will Therapy. New York: Alfred A.
Knopf, 5-8.
YALOM, I. D. (1980). Psicoterapia existencial. Barcelona: Herder, 1984