Turismo aventura: una guía para adentrarse en la naturaleza profunda de la Patagonia

1. BARILOCHE, CAPITAL NACIONAL DE LA AVENTURA

Bariloche es como un parque de diversiones gigante para disfrutar de su entorno. Acá se pueden vivenciar experiencias distintas en un marco único. Los lagos para navegar, la montaña para caminar y andar en bicicleta. La Capital Nacional de la Aventura cuenta con una diversa oferta de actividades al aire libre. Cabalgatas, rafting, tirolesa, parapente, canopy, kayak, windsurf, kitesurf y senderismo. 

Para aquellos que no dispongan de varios días para una caminata con pernocte pero quieran subir alto y llevarse una gran panorámica en sus retinas, se recomienda el ascenso al cerro Bella Vista, al que se sube y baja en una sola jornada, llegando a una cima con una increíble panorámica en 360. El ascenso al refugio Frey, al pie de la aguja Frey, rodeado de torres y agujas rocosas y a orillas de las verdes aguas de la laguna Toncek, es uno de los más populares y hermosos. Para pernoctar es necesario reservar en todos los refugios con anticipación. 

Para remar en kayak, el lago Gutiérrez es el rincón ideal. Los hay simples, dobles o triples y se pueden hacer salidas de medio día, jornada completa y de hasta diez días de duración, armados a gusto del consumidor, que incluyen transporte, kayaks, comidas, guías y equipo de acampe. El canopy es un circuito de tirolesas montado entre árboles, en el bosque o en la selva. En el bosque del cerro López hay un circuito con diez estructuras de madera montadas alrededor de los árboles, con cables de hasta 250 metros entre las diferentes postas. La plataforma más elevada está a 20 metros del suelo en este circuito donde se puede “volar” a unos 50 kilómetros por hora. Así, se aprecian increíbles panorámicas del Nahuel Huapi y el lago Moreno, el Llao Llao y los cerros Campanario y Millaqueo.

Al descender los ríos remando en las balsas de rafting, el viajero se interna en interminables bosques y profundos valles en el corazón de la Cordillera de los Andes. La remada en el río Limay, con sus aguas tranquilas y cristalinas, sus remansos y corrientes suaves, es una opción ideal a pocos kilómetros de la ciudad. Otra es la de bajar navegando las aguas del río Manso, que permite apreciar toda la belleza y majestuosidad del bosque andino-patagónico. 

2. EL CHALTÉN, MECA DE LOS TREKKERS 

Si hay un cielo para los trekkers, dicen, está acá, donde las escarpadas montañas alcanzan su cenit en el mítico monte Fitz Roy. El Chaltén ofrenda una enorme cantidad de senderos con panorámicas celestiales. Es el lugar con más posibilidades para hacer trekking en el país. Partiendo desde el pueblo, el viajero puede aventurarse en una serie de caminatas cortas, como una de tres kilómetros, hasta la vuelta al hielo del cordón Torres del Fitz Roy, que lleva siete días. Las dos caminatas emblemáticas son las sendas Laguna Torre y Laguna de los Tres. Ambas de dificultad baja, se pueden recorrer en unas ocho horas. El acceso es gratuito y el pernocte es libre en los campamentos. El sendero Laguna de los Tres tiene las vistas más espectaculares del macizo del Fitz Roy. A cuatro horas de salida se llega al campamento base Poincenot. Más adelante, la senda conduce a la Laguna de los Tres, camino que termina con una gran vista de la laguna y el Glaciar de los Tres.

En la senda Laguna Torre se aprecia el cerro Torre, con sus agujas de granito. Desde el campamento De Agostini se puede bajar a la laguna Torre, donde flotan témpanos que se desprenden del glaciar Grande. Dato para fotógrafos: los cerros son siempre vistos desde el oeste, por lo tanto son iluminados al amanecer. La opción para quienes quieran llevarse las mejores fotos es pernoctar.

3. SAN MARTÍN DE LOS ANDES, RAFTING Y BICICLETA ASISTIDA A MOTOR 

Enclavado al pie de la cordillera neuquina, a orillas de las cristalinas aguas de lago Lácar, San Martín ofrece un amplio abanico de actividades de aventura. Se destacan las bicicletas asistidas por un motor eléctrico y batería, que cuentan con diferentes niveles de asistencia, lo que facilita las subidas y recorridos por los desniveles. Es decir, en la primera pedaleada, el ciclista cuenta con un envión extra generado por el motorcito, y así la subida fluye de otra manera, haciendo posible que cualquier persona sin un gran estado físico pueda encarar estas montañas. Adventure Store propone varios recorridos alrededor del pueblo y más allá. Una pedaleada clásica, que lleva medio día en las inmediaciones de San Martín, es la que sube al mirador Bandurrias. Son cinco kilómetros cuesta arriba, por un sendero inmerso en el monte nativo, repleto de cipreses, radales, robles y coihues. El highlight de este ascenso, una postal increíble del lago Lácar. Mas allá de estas salidas, desde Adventure Store ofrecen otras excursiones diarias desde dos a cuatro horas, y travesías de seis a once días con cruce a Chile. 

Para rafting hay tres opciones en la zona, cada una con sus particularidades. El río Hua-Hum, que es el más cercano, y está ubicado a 40 kilómetros; el río Chimehuin, a 65 kilómetros, y el Aluminé, a 150 kilómetros. Los tres tienen características similares y son para disfrutar en familia. Los ríos se dividen en seis clases, según su nivel de dificultad. Los más seguros son los clase dos, como el Hua-Hum y el Chimehuin, que son sencillos y seguros. El Chimehuin es el más popular, porque es sencillo para llegar con auto propio. Es una excursión de medio día, en la que se navegan siete kilómetros. En la travesías se contempla el paisaje típico de la estepa patagónica, y en algunos tramos, vistas del volcán Lanín. A mitad de camino, la excursión se detiene al lado de una piedra gigante desde donde se puede saltar al agua y nadar. A pesar de que el Hua-Hum es el más cercano, es el que tiene la logística más compleja. El recorrido implica navegar tres kilómetros en la Argentina y tres en Chile, y es necesario hacer tramites migratorios. Es el paisaje más espectacular de todos, que atraviesa del bosque andino patagónico a la selva valdiviana. A mitad de camino hay unas termas donde se puede hacer un alto y una playita donde se puede practicar nado de montaña. Para llegar al río Aluminé hay que recorrer 150 kilómetros, una buena parte en caminos de ripio. Son más de dos horas de viaje, aunque vale la pena. Se hace una bajada por el río de seis kilómetros en medio de un paisaje cordillerano. 

4. CABALGATAS, MONTAÑISMO Y CANOTAJE EN TIERRA DEL FUEGO 

Explorar la isla a caballo por la estepa, atravesar valles y llegar a sus costas, recorrer ríos y lagos como hicieron los yámanas y trepar montañas son algunas de las opciones que ofrecen los paisajes inverosímiles del fin del mundo. Los yámanas, antiguos pobladores de estas tierras legendarias, se internaban en las gélidas aguas del canal Beagle en sus canoas de madera para pescar. Hacían fogatas en el interior de sus botes y las mujeres se sumergían a pescar con su cuerpo cubierto de grasa de ballenas o de lobo, que aísla el frío. Hoy en día, los viajeros pueden descubrir las aguas del fin del mundo desde esa perspectiva. En lago Escondido, por ejemplo, se puede disfrutar del canotaje y remontarse al medio de transporte de los ancestros de la isla para descubrir las costumbres locales y toda su mística durante la remada, adentrándose en el bosque fueguino. 

Las isla es también territorio propicio para recorrer a caballo, a través de sus bosques, valles, montes, estepa, costas y lagos. Hay circuitos que ofrecen la posibilidad de realizar cabalgatas de baja dificultad cerca de Ushuaia, hasta expediciones de varios días a lugares remotos, como la península Mitre. En los alrededores de Ushuaia se pueden recorrer sendas que atraviesan el Valle del Río Pipo, la falda del monte Susana o la zona del paso Garibaldi hasta orillas del lago Escondido. Para quienes busquen un toque más de adrenalina se puede hacer el cruce de la cordillera a través del paso Bridges. Y en el centro de la isla hay cabalgatas en las inmediaciones de la laguna Negra y por la orilla del imponente lago Fagnano. 

5. BUCEO, SNORKEL CON LOBOS Y SANDBOARD EN CHUBUT

La temporada de verano se presenta como la época propicia para quienes quieran bucear en las cristalinas aguas de la península Valdés. Hay varios operadores que ofrecen bautismos submarinos para principiantes que deseen sumergirse en medio de la flora y fauna marina de la zona, en donde habitan salmones, distintas especies de estrellas de mar, anémonas, erizos, caracoles, cangrejos, moluscos y ocasionalmente se pueden encontrar lobos o delfines. En Puerto Pirámides también hay unas dunas espectaculares para deslizarse en sandboard. 

Ya en la ciudad de Puerto Madryn, una experiencia inolvidable es el snorkel junto a los lobos marinos. El apostadero de la Reserva de Punta Loma es uno de los pocos lugares en el mundo en donde se hace esta actividad, que se extiende por unos 45 minutos. Acá viven alrededor de quinientos ejemplares de una población que crece permanentemente. Los lobos se acercan en banda, nadan entre la gente, mordisquean cual cachorros de perro, miran fijo y algunos hasta osan montarse sobre el lomo de un buzo desprevenido. 

Rada Tilly es una localidad ubicada a veinte kilómetros de Comodoro Rivadavia, donde los cultores del carrovelismo encuentran uno de los mejores sitios para practicarlo. Se trata de autos que tienen tres ruedas neumáticas y están equipados con una vela que pueden llegar a velocidades de 180 kilómetros por hora sobre la arena. Esta localidad chubutense tiene tres kilómetros de playas, con un ancho de 400 y 600 metros en plena bajamar y ráfagas de viento constantes, ideales para que los carros a vela se deslicen a toda velocidad.