2 de abril de 1982: empieza la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido - El Orden Mundial - EOM
2 de abril de 1982

2 de abril de 1982: empieza la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido

La guerra de las Malvinas estalló tras la invasión argentina. El triunfo británico mantuvo su soberanía sobre las islas, precipitó el fin de la dictadura militar en el país austral y disparó la popularidad de la primera ministra Margaret Thatcher.
2 de abril de 1982: empieza la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido
El entonces guardiamarina Miguel Ángel Máscolo reglando el fuego de artillería sobre posiciones británicas en la guerra de Malvinas. Fuente: Wikimedia Commons

Argentina y el Reino Unido habían tenido disputas desde hacía más de un siglo por las Islas Malvinas, situadas en el Atlántico Sur, hasta que en 1982 se convirtieron en guerra. El desencadenante lo protagonizó un grupo de obreros argentinos que izaron su bandera mientras desmantelaban una factoría ballenera en las vecinas Georgias del Sur, también bajo control británico junto con las islas Sándwich del Sur. Para Londres se trató de una provocación.

El incidente, en cambio, motivó a la Junta Militar argentina a acelerar sus planes para recuperar las Malvinas. Así, el 2 de abril de 1982 lanzó la operación Rosario, por la que 5.000 efectivos desembarcaron en la capital, Puerto Stanley, a los que se sumarían otros 5.000. Horas después, el presidente Leopoldo Galtieri anunció que Argentina había recuperado las islas y en el país estalló la euforia. Pero la primera ministra británica, Margaret Thatcher, no tardó en responder enviando al ejército. El 3 de abril, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas condenó la invasión argentina y llamó a una solución dialogada.

Una disputa histórica

El origen de la disputa por las Malvinas, o Falkland Islands en inglés, se remonta a la colonización española en el siglo XVIII, cuando los británicos establecieron puertos para tratar de controlar el archipiélago. Aunque se retiraron en 1774, nunca renunciaron a sus derechos sobre las islas. Argentina pasó a administrarlas tras su independencia en 1816, hasta que el Reino Unido envió navíos para recuperarlas. Desde 1833 están bajo su control, pero distintas iniciativas como la fallida propuesta de arbitrio de 1884 no evitaron más reclamaciones.

Naciones Unidas considera que las Malvinas son un territorio pendiente de descolonizar y reconoce desde 1965 que existe una disputa por su soberanía entre los dos países. Lo más cerca que estuvieron de un acuerdo fue la Declaración Conjunta de 1971, por la que se comprometieron a estrechar las relaciones entre Argentina y las islas. El acercamiento, sin embargo, se rompió con la instauración de la dictadura militar argentina en 1976.

Aunque la invasión de las Malvinas en 1982 se amparó en esa disputa histórica con el Reino Unido, fue una estrategia del Gobierno militar de Galtieri para relanzar su popularidad. La crisis económica y las denuncias de violaciones de derechos humanos que fomentaban la movilización social tenían al régimen en horas bajas. Si bien al principio caló el triunfalismo, la respuesta británica pronto volvió la operación en su contra. 

Cae la dictadura, sube Thatcher

La guerra de las Malvinas duró 72 días y se desarrolló por tierra, mar y aire. El Reino Unido envió hasta 127 barcos frente a unas tropas argentinas poco preparadas, ya que los cuerpos de élite estaban en la frontera con Chile, aliado de Londres. La mayor muestra de esa superioridad militar se dio cuando un submarino nuclear británico hundió el crucero argentino General Belgrano, en el que murieron 323 soldados. Tras verse arrinconada en Puerto Stanley, Argentina se rindió el 14 de junio y el Reino Unido recuperó el control de las Malvinas. La contienda se saldó con la muerte de 649 soldados argentinos, 255 británicos y tres civiles locales. 

Tras la guerra, la crisis en Argentina se agravó hasta precipitar la caída del régimen militar y la transición hacia la democracia. Galtieri renunció el 23 de junio y el Gobierno del general Reynaldo Bignone aceptó la convocatoria de elecciones democráticas. Se celebraron el 30 de octubre de 1983 y salió elegido Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical. Pero las reclamaciones argentinas sobre las Malvinas no cesaron. De hecho, la reforma constitucional de 1994 incluye el carácter irrenunciable de estas islas para el país.

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Todo lo contrario le ocurrió al Gobierno de Margaret Thatcher: la decisión confiada de mandar al ejército a las Malvinas disparó su popularidad en el Reino Unido y le aseguró una victoria electoral aplastante en 1983. En cuanto a las Malvinas, el 99% de sus habitantes, unos 3.000 en total, decidieron seguir bajo la administración británica en un referéndum celebrado en 2013. Sin embargo, Argentina no lo reconoce como legítimo y la formulación de la pregunta impide que la ONU lo considere un proceso de autodeterminación acorde a sus resoluciones.

Alba Leiva

Madrid, 1997. Redactora en El Orden Mundial. Graduada en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense y Máster en Geopolítica y Estudios Estratégicos por la Universidad Carlos III. Me interesa la política internacional, la geopolítica de los recursos, las nuevas tecnologías y la cultura.

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