La quema de Judas representa una de las tradiciones más antiguas de Venezuela de corte religioso, pero que también guarda su origen en Cumaná, en el año 1499 con la primera quema de Judas que se realizó en el país, que tuvo como protagonista a Américo Vespusio quien engañó a los indios de la época.
Se cree que el primer Judas de Caracas se quemó en el año 1801 y luego se hizo común quemar a Judas el Domingo de Resurrección.
En casi todo el territorio venezolano, distintas comunidades participan en la tradición; las que resultan más famosas son las realizadas en Caracas, diversos estados orientales y en Lara, Cojedes y Aragua.
La tradición de La quema de Judas tiene un significado simbólico de justicia popular, arraigado a la fe católica que simboliza el rechazo a la traición que hiciera del discípulo a Jesucristo.
A través de ésta, el pueblo expresa sus quejas y descontentos en relación con ciertos acontecimientos o comportamientos de políticos y figuras públicas. Simbólicamente alude a la traición del personaje escogido para ser el Judas, a su pueblo.
La ceremonia
La ceremonia comienza cuando es escogido la persona de la comunidad, estado o país que sea considerada por sus acciones una amenaza para la sociedad y que sea merecedora de burlas o escarnios.
Una vez identificado el personaje, se procede a escribirse un testamento, que de forma sarcástica identifican al Judas, expresando un resumen de su vida y de sus actos, de sus faltas y que por término expresa los últimos deseos del personaje.
Fuente: Globovisión