La naturaleza esconde una gran lista de animales que, incluso después de ser descubiertos por los investigadores, sorprenden al resto de los seres humanos.

Este es el caso del Aguará Guazú, una especie típica de Sudamérica que se alimenta de conejos y pequeños roedores y que no se parece a ningún otro cánido conocido.

El Aye aye es una especie endémica de Madagascar, clasificada como casi amenazada, ya que solo quedan unos 2500 ejemplares. Debido a su pelaje se le consideró, en un primer momento, como una ardilla.

Este animal, de hábitos nocturnos, emplea la técnica del pájaro carpintero, que consiste en golpear de forma rítmica la madera, para cazar larvas bajo las corteza de los árboles. Además, utiliza su tercer dedo, más largo y provisto de una garra, para hacerse con ellas.

En Nueva Guinea se encuentra el canguro arbícola de Goodfellow, una especie bastante lenta en el suelo pero muy ágil cuando se mueve por las ramas de los árboles. Su principal alimento son hojas de ciertos árboles y algunos frutos.

La tala progresiva de las selvas guineanas ha puesto en peligro la supervivencia de la cebra duiker, un rumiante que come hojas, frutos y hierbas.

El llamado comunmente lémur volador no es en realidad un lémur. Al tratarse de una especie tan rara, los investigadores decidieron crear un nuevo orden para poder clasificarla, los Dermópteros. Su principal característica es que es capaz de volar. Una membrana, llamada patagio, que une las patas delanteras con las traseras y que llega hasta la cola, le permite realizar planeos de hasta 70 metros.

El gerenuk, o más conocido como gacela de Waller, vive en la sabana africana y su principal característica es su capacidad de ponerse a dos patas para comer las hojas de los arboles más altos.

Los armadillos son unos animales muy característicos, y más aún el pichiciego, una especie con hábitos nocturnos y que cuenta con una coraza desde la cabeza a la cola.

El quokka es una especie de marsupial, nada agresivo y que suele ser domesticado en Australia, su hábitat natural.

La rata topo desnuda es única en su especie. Este animal puede llegar a vivir hasta 29 años y carece totalmente de pelo. Este animal ha sido empleado en varios experimentos, ya que posee dos características muy interesantes: es insensible a una determinada cantidad de dolores y son resistentes al contagio de ciertos tipos de cáncer.

Por último, el topo estrellado, una especie natural de la costa nordeste de Estados Unidos y que cuenta con unos tentáculos nasales un tanto extraños, que compensan su ceguera. Además, se cree que es uno de los animales que más rápido devora a sus víctimas.