Las lanas minerales aislantes son unos materiales constituidos por un entrelazado de filamentos de materiales pétreos que forman un tejido que mantiene entre ellos aire en estado inmóvil.

Esta estructura permite obtener productos aislantes muy ligeros que, por su peculiar configuración, ofrecen elevados niveles de protección frente al calor, el ruido y el fuego.

Las lanas minerales están reconocidas internacionalmente como aislantes térmicos – por el entrelazado que mantiene el aire inmóvil-, aislantes acústicos – por su estructura flexible-, siendo, además, materiales incombustibles por su origen inorgánico.

Dentro de las lanas minerales se distinguen dos tipologías principales: la lana de vidrio y la lana de roca. Ambas provienen de materias primas naturales (la arena silícea conforma la lana de vidrio y la roca basáltica compone la lana de roca) que pasan por un proceso de producción para dar como resultado estos materiales aislantes ligeros y versátiles.

Como materiales de porosidad abierta (gracias a lo cual tienen buenas prestaciones térmicas y acústicas) pueden retener agua líquida en su interior, por lo que las lanas minerales deben emplearse en aplicaciones que estén protegidas del contacto directo con el agua.

Si accidentalmente la lana mineral se moja, las propiedades térmicas de la misma (su poder aislante) se recuperarán hasta alcanzar los valores iniciales, si el agua no ha causado un daño evidente y se puede eliminar por evaporación o drenaje.

De modo que, si por efecto del agua, la lana mineral no ha perdido su aspecto inicial, espesor, apelmazamiento o desgarro, una vez seca volverá a tener sus prestaciones aislantes iniciales.

A continuación, podrás ver dos esquemas gráficos que reflejan el proceso de fabricación de la lana de vidrio y de la lana de roca.

LOS PRINCIPALES USOS DE LAS LANAS MINERALES

Las excelentes propiedades aislantes y la versatilidad que caracteriza a las lanas minerales hacen que tengan diversos usos en diferentes sectores.

En la construcción las lanas minerales se adaptan a la perfección a las nuevas necesidades de la arquitectura contemporánea, que busca soluciones cada vez más ligeras y de fácil colocación que cumplan los principios de resistencias mecánicas.

Para lograr este objetivo de adecuación se necesitan revestimientos protectores ligeros y permanentes en el tiempo. Por este motivo, las lanas minerales de roca y de vidrio se emplean en todos los subsectores de la construcción: residencial, industrial, comercial, administrativo, docente, sanitario… tanto en nueva construcción como en la rehabilitación de edificios.

De modo que las lanas minerales pueden encontrarse en cubiertas, fachadas, suelos, falsos techos, divisorias, conductos de aire acondicionado, protección de estructuras, puertas, mamparas, cerramientos exteriores y forjados.

El ahorro de energía en el hogar, la protección contra el fuego y la reducción de los niveles de ruido no solo son necesarios en las nuevas construcciones, sino que son necesidades que hay que cubrir también en los edificios rehabilitados. De hecho, el Código Técnico de la Edificación también incorpora requisitos en este sentido.

También se utilizan en el sector del transporte (naval, aeronáutico, automoción, ferroviario, etc.

En la actividad industrial las lanas minerales se utilizan en calderas, acumuladores, depósitos, tanques, aires acondicionados silenciosos, motores…

Del mismo modo, se hace uso de materiales aislantes naturales en cultivos hidropónicos (cubos de semilleros y tablas de cultivo).

PRODUCTOS DE LANAS MINERALES, LAS SOLUCIONES DE AISLAMIENTO MÁS RENTABLES Y EFICACES

La lana de vidrio y la lana de roca ofrecen una gran diversidad de productos adecuados para los más diversos usos y aplicaciones.

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