¿Que significa ser Docente en la Venezuela actual?



La labor educativa, formativa y trasformadora del proceso de enseñanza aprendizaje en cualquier materia, tiene que atender a las características individuales de cada ser en un momento determinado, además debe desarrolla cumplir su destino como ser social.

Ser docente en el siglo XXI se vuelve cada día más difícil. Más aún si sé es educador en Venezuela. Particularmente para quienes trabajan en instituciones públicas y con personas jóvenes de los estratos más pobres de la población. Por una parte están hiperexigidos en lo que respecta a la propia dinámica del pedagogo de la contemporaneidad y su necesidad de adaptarse a las sociedades rápidamente cambiantes. Por otro lado, una gran mayoría de guías educativos venezolanos se encuentra amenazado por un aparato de gobierno que no valora la importancia de la educación en términos generales, y pretende que la docencia y el aula se conviertan en campos de acción para la ejecución de una politiquería tan ramplona como estéril. 


Los salarios devengados nunca han logrado alcanzar los estándares mínimos como para lograr compensar los niveles de inflación en el país. Esta situación hace presumir que los maestros organizados continuarán exigiendo las reivindicaciones necesarias para lograr mejores condiciones de vida y de trabajo. Sin embargo, y es una hipótesis, estas luchas no necesariamente se traducirían en altos niveles de rotación de personal, ya que existen suficientes factores motivacionales que se traducen en un fuerte compromiso del maestro con su profesión, a pesar de sus elevados niveles de insatisfacción con los salarios percibidos.

En ocasiones, el maestro pareciera estar enfrentado a un gobierno que se muestra como aparato de propaganda de violencia y antivalores.

El educador cumple una función extraordinaria en todos los niveles. De hecho, debería ser una profesión mucho mejor remunerada. En algunos países se valora tanto el rol del profesor que es muy difícil llegar a serlo, y además recibe una  paga sustanciosa y justa por sus extraordinarios servicios. Es lastimoso que en "tiempos de revolución" la deuda con la educación sea abrumadoramente escandalosa.

El docente de la contemporaneidad venezolana (más que cualquier otro protagonista) ha de enfrentarse a situaciones inéditas que lo obligan a ser creativo y adaptable. Nunca antes se ha exigido tanto a un educador como en los tiempos que corren. Incluso el ser "arriesgado", en términos de creatividad, es una manera de poder sobrellevar los nuevos retos que se presentan a quien ejerce el hermoso privilegio de dar clases. Es la contemporaneidad de nuestra nación. Todo ha sido trastocado al punto de que las situaciones inéditas se han vuelto una constante.

Es escandaloso y absolutamente inadmisible que se induzca al educador a pertenecer a un partido político. No sólo es denigrante, sino que obligar al profesor a ser esclavo de una ideología es acabar con lo que debería ser más puro y transparente de una sociedad. El instructor es un referente social y obligarlo a hacer proselitismo a cambio de su trabajo, es lo peor en términos de salubridad que se puede hacer en cualquier grupo humano. Es corromper la raíz.

FORMACIÓN DOCENTE EN VENEZUELA:

    Según Matos (2.000): "...el docente es un mediador no de manera declarativa; de hecho debe asumir el reto de involucrarse en la construcción del conocimiento en el aula. Lo importante no es necesariamente cuánto se sabe, pero que ello descanse en una plataforma teórica-conceptual, psicológica y filosófica para sustentar la práctica pedagógica...".
    González, N. (2.000): "...dentro de la praxis pedagógica integradora, el rol del docente debe ser percibido como promotor del aprendizaje, motivador y sensible. El docente debe conocer y respetar el estado evolutivo del niño y facilitar situaciones que inviten a la búsqueda constante del conocimiento. Se concibe como modelo y líder, centrado en sus alumnos como sujetos de aprendizaje...El rol del docente interactúa con dos elementos más para formar una tríada interpretativa: docente – alumno – saber...".

Estas interpretaciones de los autores Matos y González, conducen a entender el rol del docente como factor de construcción de conocimientos y de experiencias.
Se mantiene una visión pluridisciplinaria, con extensión diversidad y profundidad.
De manera general, se concluye que el rol principal del docente es facilitar y ayudar a los estudiantes a construir y reconstruir sus propios conocimientos, sobre la base de promover experiencias acordes con el nivel de desarrollo de los mismos y la inteligente estructuración y evaluación de la experiencia.



Referencias

Revista de Pedagogía
versión impresa ISSN 0798-9792



La Formacion Docente en Venezuela, Disponible en:

http://www.oei.es/docentes/info_pais/informe_formacion_docente_venezuela_iesalc.pdf

1 comentario:

  1. La educación es además la herramienta privilegiada de reproducción social, es decir, del mantenimiento del orden social según la más antigua tradición cultural. En esto creo que hay que detenerse un poco, el docente debe guiar al estudiante a participar con todo y todos, sin discriminación, sin exclusión. Pierre Bourdieu (2003) explica que el espacio social u organización de la sociedad se funda en un capital cultural, es decir en la herencia cultural -o más bien manera de ver al mundo- que ese espacio social tiene. De este modo la sociedad se organiza en torno a valores determinados que son los que en definitiva explican dicha organización.

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